El hecho de considerarse elegido por Dios es algo muy frecuente en la historia y ha supuesto siempre la razón última esgrimida cuando se trata de alardear de superioridad en el ser humano. El argumento autojustificante y circular se puede expresar como: soy superior porque he sido elegido por Dios y si he sido elegido es porque soy superior.
- A nivel de especie. Al ser humano le gusta creerse la especie central de la creación.
- A nivel de grupo. Son innumerables los pueblos que se han considerados elegidos por su divinidad a lo largo de la historia. De hecho, es difícil que un pueblo crea un un dios que no le tiene a él un afecto especial. Puede haber de ésta forma dos casos:
- A nivel individual. Aquel individuo que goza de un desmedido afán de superioridad también acostumbra a autoproclamarse elegido por Dios. El ser mi elegido puede tener algunos usos como:
- A nivel de especie. Al ser humano le gusta creerse la especie central de la creación.
- Para los creacionistas lo es desde el primer momento.
- Para muchos evolucionistas es la culminación del proceso evolutivo, entendido así como un premio a la superioridad.
- A nivel de grupo. Son innumerables los pueblos que se han considerados elegidos por su divinidad a lo largo de la historia. De hecho, es difícil que un pueblo crea un un dios que no le tiene a él un afecto especial. Puede haber de ésta forma dos casos:
- Que los pueblos se creen un dios a medida de sus necesidades y que, por supuesto, les tenga a ellos como elegidos. En mi caso, fue el pueblo judío quien así lo hizo.
- Que versionen un dios preexistente de forma que les tenga en especial consideración. Eso ha pasado mucho en la historia y especialmente en los imperios, aplicando el razonamiento de superioridad expuesto al principio. Hoy en día se ve ésto claramente en Estados Unidos, pero en España ocurrió en el pasado y sigue siendo así para los nostálgicos del régimen que se autoproclamó "reserva espiritual de Occidente".
- A nivel individual. Aquel individuo que goza de un desmedido afán de superioridad también acostumbra a autoproclamarse elegido por Dios. El ser mi elegido puede tener algunos usos como:
- Es un gran antídoto contra los remordimientos de conciencia experimentados en el caso de la persona que vive una vida acomodada y placentera mientras es consciente de la miseria que padecen sus semejantes sin dignarse a hacer nada.
- Un uso más inquietante que suele hacerse es aquel que se da cuando el sujeto utiliza el argumento como justificación para dominar a su pueblo. Es algo recurrente en la historia de la especie humana.
3 comentarios:
Gran Señor, siempre tu palabra me ilumina!
Ah, ¡Magnifíco post!
Me agrada la ironía de el último comentario.
Muchas gracias estimado feligres.
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